miércoles, 27 de enero de 2010

NOS HAN TOMADO POR TONTOS


La aldea global está consiguiendo que seamos más aldeanos y menos ciudadanos. No desprecio, Dios me valga, a las gentes que viven en las aldeas y pueblos, porque para mí son de una nobleza superior a las demás. Si te abren su casa, lo hacen con todas las consecuencias. Porque su ofrecimiento siempre es sincero y siguen teniendo como norma de convivencia acoger a los de fuera como si del lugar fueran. Claro que entre estos aldeanos se están introduciendo quienes no lo son.

Me refiero a esta aldea global que nos imponen las nuevas tecnologías de la comunicación, de manera especial la que está tejiendo la tela de araña de internet, esa invisible red que hace que usted, respetado lector, pueda abrir la ventana de este cuaderno escrito en la murada ciudad de Ávila. Estos medios nos convierten en más aldeanos, es decir, en vecinos de quienes viven al lado nuestro, o sea, a miles de kilómetros de distancia. En Canadá, por ejemplo, donde se ha abierto una puerta a este cuaderno personal. Y como vecinos, podemos enterarnos de que a grandes distancias (cercanas, gracias a vivir todos en la misma aldea) acontecen hechos que importan a los abulenses y a los canadienses. Por ejemplo, a todos nos incumbe que se descubra qué ha habido detrás de la llamada pandemia de la gripe A. Porque parece que nos han tomado por tontos unos avispados científicos que saben poner su sabiduría al servicio de las poderosas multinacionales farmacéuticas. Han obligado a los gobiernos de todo el mundo a tirar a la basura miles de millones de euros comprando vacunas para prevenir una pandemia que iba a ser más mortífera que la gripe, llamada española, del año 1918. En Europa ya se está investigando qué es lo que ha sucedido, porque la tan aireada pandemia no ha sido tal y, por los resultados, sus efectos mortales han sido muy inferiores a los que producen las gripes de cada temporada invernal.

Recuerdo haber leído, cuando se empezaron a conocer los primeros casos de la gripe porcina (así se la llamó en principio) que se trataba de un virus producido en un desconocido laboratorio, tal vez farmacéutico. No soy quien para aseverar tal cosa pero me entraron entonces las mismas dudas que sigo manteniendo. Como entre los míos alguien ha padecido esa “mortal” gripe A, sí me atrevo a afirmar que nos han tomado por tontos.

Esperemos que se descubra qué ha sucedido para que hayan puesto en alerta a todo el mundo, obligando a emplear miles de millones de euros en comprar un producto que no ha servido para nada, o casi nada. Muchos somos los aldeanos que nos sentimos timados por unos cuantos listos. No solamente los aldeanos de a pie, sino los que nos gobiernan, que ahora no saben qué hacer con los millones de vacunas que pocos se decidieron a emplear. Tendrán que darnos explicaciones y devolvernos el dinero las empresas que se han lucrado de esta falsa pandemia. Sería hacer justicia.

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