martes, 9 de febrero de 2010

LA UCAV QUIERE IMPARTIR MÁS TÍTULOS

Un día, hace ya más de una década, Ávila, ciudad y provincia, se ilusionó con la creación de la Universidad Católica, que estaba llamada, y lo está, a ser un referente en la educación humanística y un apoyo importante para el progreso de las gentes de aquí. Éstos eran los dos objetivos que se pretendían alcanzar. Testigo y partícipe fui de muchas gestiones que por aquel tiempo se hicieron, desde la sombra todas ellas, para no levantar ni excesivas expectativas si el proyecto no salía adelante, ni dar munición a los que están en contra de todo lo que suene a católico. Ignorantes muchos de éstos y sectarios pues no son capaces de reconocer que las universidades, en nuestra sociedad, las creó la Iglesia, las sostuvo con sus recursos y las doto de calidad intelectual e investigadora y de referente moral. Incluso hoy día, la gran mayoría de las universidades de confesión católica, que son muchas en el mundo, ocupan los primeros puestos de entre las mejores en calidad. Pero regreso a la Católica de Ávila, la más pequeña, probablemente, en número de alumnos, de todas las universidades de España. Unos colosales errores cometidos en sus primeros años por quien todos en esta ciudad sabemos, la pusieron al borde de la muerte. El empeño de los abulenses y la ayuda que desde el cielo prestó nuestra Santa Teresa de Jesús, consiguieron que saliera adelante, pese a los muchos impedimentos que tuvo que sortear. Creo, de verdad, que fue un milagro. Ya lo decía su fundador, el hoy cardenal Cañizares: tendremos muchos contratiempos, nos pondrán muchas zancadillas, intentarán que no salga, pero santa Teresa será nuestra gran valedora. ¡Y vaya si lo ha sido! Viva y pujante está, no como un brote verde recién salido del surco, sino con varios cientos de titulados superiores, en ramas diversas, trabajando por toda España. A la Santa y a personas con empuje que apostaron por ella, pese a tantos contratiempos, presiones y amenazas, se lo debemos.

Quiere ahora la UCAV impartir más enseñanzas, en las ramas de Enfermería y Magisterio. Y vuelven algunos a poner ruedas para que no lo consiga. Los de Izquierda Unida, que sabemos que nada simpatizan con la religión, pues para los comunistas sigue siendo el opio del pueblo, sacan a relucir su oposición a estas titulaciones que legítimamente tiene derecho a pedir una institución que no se debe a los presupuestos públicos sino que se sostiene con lo que pagan los alumnos y con lo que amigos, instituciones y empresas aportan.

¿Qué motivos mínimamente serios hay para que una Universidad privada no pueda impartir las enseñanzas que ella desee? Se le debe exigir calidad, y esto la UCAV lo tiene sobradamente demostrado. Me parece ridículo escudarse en que se hace competencia -que además es falso que se haga-, a la Universidad pública, en la parte que a Ávila toca. Digan claramente los de Izquierda Unida de Ávila que les molesta que exista una Universidad Católica. No busquen justificaciones a unos argumentos que son distorsionantes de la verdad.

¡Ojalá llegue pronto el día en que la UCAV imparta enseñanzas a cinco mil alumnos! Aunque les moleste a algunos, encerrados en su sectarismo político. Será, entonces, la primera empresa de esta ciudad, sin contaminación y con muchos puestos de trabajo directos e indirectos. Esto, señores de Izquierda Unida, es crear riqueza, repartir cultura y dar oportunidades de progreso. Para todos, también para ustedes.

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