jueves, 4 de marzo de 2010

CONFIANZA EN EL FUTURO DE NISSAN

A la vera de la Muralla de Ávila, de sus piedras milenarias, los ecos de los problemas que a todo el país afectan también llegan. Se ven más jóvenes deambular, sin ocupación. Como el paro, ya lo decía en mi último apunte, sigue subiendo, muchos, que no tienen trabajo, matan su desesperación caminando. Por lo menos hacen ejercicio físico y relajan su fatiga mental que podría, en algunos casos, llevarles a la desesperación. Dicen que los psicólogos y psiquiatras tienen más trabajo que nunca, y no me extraña. ¡Cuántos padres de familia salen cada mañana en busca de empleo y regresan al hogar con el dolor en sus rostros en los que se lee la tragedia!

Ahora el Gobierno, para tapar sus faltas, intenta pactar con los demás unas medidas económicas que solamente a él corresponde decidir. Para mí que es únicamente una trampa que tiende a todos, en especial al principal partido de la oposición. No quiere cargar él solito con los destrozos de su ineptitud e inacción y busca refugiarse en quienes le critican. Si le apoyan y las cosas siguen igual de mal o empeoran, intentaré culpar a los que le apoyaron. Si no encuentra respaldo, dirá más o menos lo mismo, que los responsables de la situación son quienes no han trabajado por el interés de España. Él siempre encontrará la forma de sacudirse la responsabilidad que es suya y no de los otros.

En Ávila, el problema es tan grave como en los demás sitios. O más si cabe. Nissan, la factoría de camiones pequeños de esta marca nipona, con larga historia a sus espaldas, está en peligro, por lo que publican todos los medios de comunicación y dicen las autoridades y los trabajadores. Es una fábrica ésta estrechamente unida a la historia de la ciudad desde hace más de medio siglo. En 1959 salía de su fábrica, entonces llamada FADISA (Fabricación de Automóviles Diesel, S. A.), el primer vehículo, una furgoneta diesel. Ocho años más tarde, en 1967, era Motor Ibérica la empresa que se hacía cargo de esta factoría y cuatro años después Nissan entraba en el capital de la empresa. Los camiones de la marca japonesa empezaban a fabricarse a principios de 1990. Y ahora, la crisis ha puesto patas arriba todas las empresas de automoción, también ésta de Ávila.

Estamos, todos los abulenses, expectantes por lo que pueda suceder. Los dirigentes de la empresa dicen que no se va a cerrar. Confiemos en que sea así porque, si echase el cierre, sería muy doloroso para Ávila. Es cierto que no se puede obligar a nadie a crear empresas ni a mantenerlas si éstas no son rentables. También lo es que en casos como éste, hay otros motivos que deben ser tenidos en cuenta. Nissan es mucho en Ávila (su principal industria) y Ávila, me parece a mí, también es mucho para Nissan.

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